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Coloque su varita de incienso en un porta incienso adecuado que recogerá la ceniza a medida que caiga. Recorta el palo según sea necesario para asegurar un ajuste adecuado.
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Enciende el extremo de la varilla de incienso hasta que se establezca una llama.
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Apague suavemente soplando o abanicando la llama.